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claves para trabajar a muy baja presión

con tus neumáticos agrícolas

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  Mientras que factores como el clima o el peso de tu tractor no dependen de tu voluntad, la conservación del suelo, en cambio, sí está en gran medida bajo tu control si decides trabajar a muy baja presión. Ésta es una buena manera de mejorar tus rendimientos.

1. ¿CUÁLES SON LAS 5 CONSECUENCIAS POSIBLES RELACIONADAS CON EL SUBINFLADO DE MIS NEUMÁTICOS?

 El hecho de reducir significativamente la presión de los neumáticos permite aumentar su huella en el suelo y reducir la compactación de tus parcelas. No obstante, cada neumático agrícola tiene sus propias características técnicas y el trabajo a muy baja presión tiene que tenerlas obligatoriamente en cuenta. Dependiendo del modelo de neumático, de la carga y del terreno en el que tengas que trabajar, no debes reducir demasiado la presión, para evitar consecuencias irreversibles que pueden costarte muy caro:

1. Reducción de la vida útil del neumático en un 25% aproximadamente.

El hecho de conducir a baja presión por carretera con neumáticos no diseñados para este uso aumentará rápidamente el desgaste. Cuando la presión es demasiado baja, la goma del neumático se calienta y se vuelve muy blanda, lo que provoca un rápido desgaste de la banda de rodadura al contacto con el asfalto, que es muy abrasivo. La vida útil del neumático se reducirá en un 25% o incluso más si conduces habitualmente por carretera a velocidades elevadas.

2. Aumento del consumo de combustible

Por carretera, la resistencia a la rodadura de un neumático subinflado es mucho mayor de lo normal, lo que se traduce en un mayor consumo de combustible, que será mucho mayor si recorres largas distancias.

3. Estabilidad reducida durante el frenado, en las curvas y en las pendientes

La resistencia al estrés de un neumático subinflado es muy baja. Por carretera, la transferencia de carga de tu conjunto vehículo-apero al tomar las curvas y durante el frenado aplastará tus neumáticos, especialmente si conduces a alta velocidad bajo carga. La transferencia de carga tendrá el mismo efecto en el campo si trabajas en pendiente.

4. Daños irreversibles en la carcasa

Un neumático subinflado de manera frecuente sufre flexiones excesivas en los flancos, el refuerzo y el pliegue de la carcasa se desgastarán progresivamente en el borde de la llanta hasta producir una rotura justo por encima del aro, lo que hará que tu neumático sea inutilizable.

Daños a nivel del talón por rodar frecuentemente bajo presión

 DAÑOS A NIVEL DEL TALÓN POR RODAR FRECUENTEMENTE BAJO PRESIÓN

5. Pinchazo brutal y paralización del trabajo

Al ajustar la presión por debajo del nivel recomendado, tu neumático puede sufrir daños internos que tendrán consecuencias incluso después de corregir la presión. El neumático se aplastará y los extremos de sus flancos estarán en contacto con el suelo. Una simple rama, una raíz o una piedra pueden provocar un pinchazo brutal del neumático, inmovilizando de este modo tu máquina, y además con los grandes gastos que esto acarrea.


2. ¿PODEMOS FIARNOS DE LAS TABLAS DE PRESIÓN QUE EMPIEZAN CON UNA PRESIÓN DE 0,6 BARES?

La mayoría de las tablas de presión de los fabricantes muestran un nivel de presión inicial extremadamente bajo para muchos modelos de neumáticos. Cuando se quiere preservar el suelo, la reacción natural es elegir este tipo de ajuste mínimo para los trabajos ligeros y trabajar así en toda la parcela. Ten en cuenta que este tipo de tabla te ofrece el conjunto de las presiones con límites mínimos y máximos para el uso extremo posible de un modelo de neumático, pero no te aconseja trabajar continuamente al límite de las posibilidades del neumático.

Como ejemplo comparativo, para un coche de pequeña cilindrada diseñado para uso urbano, el fabricante indica una velocidad máxima de 185 km/h. Es obvio que si conduces todo un día con esta velocidad constantemente dañarás el motor. Este ejemplo se aplica igualmente a los neumáticos.

Es habitual ver tablas de presiones recomendadas que empiezan en 0,6 bares, para una carga y velocidad determinadas, lo que representa la presión mínima excepcional para unos neumáticos convencionales. Para evitar la compactación de los suelos y preservar los neumáticos, es preferible trabajar con una presión ligeramente superior, de 1 bar o 1,2 bares, y no con el límite mínimo indicado en la tabla del fabricante (0,6 bar). En efecto, es posible bajar a una presión de 0,6 bares para trabajar en una parte de tu parcela que tenga un suelo más difícil, una tierra más blanda o un suelo muy húmedo, pero sólo en distancias cortas, a velocidad muy reducida, en línea recta y en superficies planas.


3. ¿CUÁLES SON LAS LIMITACIONES QUE IMPIDEN TRABAJAR A BAJA PRESIÓN?

Trabajar a muy baja presión tiene por objeto preservar el suelo, pero no puede hacerse sin respetar varios parámetros técnicos, en particular la carga, el tipo de suelo, las pendientes pronunciadas, la velocidad de trabajo y la tecnología del neumático.

La presión está directamente relacionada con la carga

La presión tiene un impacto directo en la compactación del suelo, pero su función principal es compensar la carga de tu máquina y de tus aperos. La presión no puede ser la misma cuando conduces con o sin carga. Al transportar cargas pesadas, la carcasa, los flancos y la banda de rodadura del neumático están sometidos a un gran esfuerzo y sufren una importante deformación, que puede dañar el neumático si la presión no es lo suficientemente elevada.

Para trabajar en pendientes, hay que tener en cuenta la transferencia de carga

El ajuste de la presión es importante cuando se trabaja en pendientes, ya que la transferencia de carga debida a la inclinación del terreno puede provocar que se sobrepase de manera excesiva la capacidad de carga de un neumático o de un eje.
Cuando el tractor sube una pendiente, el tren delantero está completamente deslastrado y es la parte trasera la que sufre la transferencia de carga. Por el contrario, el peso total del conjunto vehículo-apero aplastará el tren delantero cuando el tractor vaya cuesta abajo.

Si trabajas a baja presión, esta transferencia de carga tenderá a aplastar tus neumáticos, que no tendrán suficiente presión para resistir. Si tu parcela no es plana, y para evitar un posible accidente, debes tomar todas las precauciones necesarias y revisar las presiones de acuerdo con el cálculo de las cargas que tienen en cuenta la pendiente. La adaptación de la presión tendrá prioridad sobre la conservación del suelo para preservar tus neumáticos.

La velocidad aumenta la deformación del neumático
EL AJUSTE DE LA PRESIÓN ES IMPORTANTE CUANDO SE TRABAJA EN PENDIENTES

 

La presión y la velocidad están directamente relacionadas. Si trabajas a baja presión con neumáticos convencionales, es incompatible con una velocidad elevada.

A baja presión, el neumático se aplana de forma muy significativa a nivel del suelo, y vuelve a su forma normal cuando se aleja del suelo en cada rotación. Si la velocidad es demasiado alta, el neumático no tendrá tiempo de recuperar su forma inicial durante la rotación de la rueda y sufrirá una deformación adicional. La acumulación de deformaciones aumentará la temperatura en el interior del neumático, fragilizando la goma y la estructura interna hasta que el neumático reviente.

Para trabajar a muy baja presión en tu parcela, debes respetar la velocidad recomendada por el fabricante y, sobre todo, obligarte a aumentar la presión por carretera, si tu conjunto vehículo-apero está cargado durante la cosecha, por ejemplo.